SINOPSIS: El líder de una compañía teatral, mediante un trato con el Diablo, hace pasar a los miembros de su audiencia a través de un espejo mágico para explorar su imaginación, sin embargo, un oscuro secreto que pone en peligro a su hija Valentina, lo llevará a confiar en un atractivo desconocido para salvarla.

RESEÑA:Hacía tiempo, desde el 22 de enero de 2008 cuando ocurrió el trágico deceso de Heath Ledger, que se venía hablando de esta película. Primero pensamos que nunca vería la luz, luego nos dijeron que sólo la veríamos en DVD, sin embargo, los deseos de muchos se hicieron realidad y tuvimos la impagable oportunidad de verla en pantalla de cine gracias a Andes Films. ¿Quieres saber que hay detrás de la cinta póstuma del ganador del Óscar Heath Ledger?
Todos supimos que Ledger murió mientras se rodaba esta cinta y no alcanzó a terminarla, quedando varias escenas sin grabar; la producción peligró. Pero Terry Gilliam (12 Monos, Los Hermanos Grimm), director y guionista de este “mix” visual, decidió que no podía perder el trabajo realizado por Heath y decidió que su guión y la magia que podía representar en él daban la oportunidad para reemplazar a Ledger en las partes que faltaban con otros actores. Los elegidos fueron tres amigos de Heath: Johnny Depp (Piratas del Caribe, Sweeney Todd El Barbero Demoniaco de la Calle Fleet), Jude Law (Closer, Inteligencia Artificial) y Collin Farrell (Alejandro Magno, Miami Vice) quienes donaron todo lo ganado por sus servicios a Matilda, la hija del fallecido actor. Como verán, el reparto quedó compuesto por increíbles actores.
La cinta es un coctel de maravillosos artistas e innimaginables formas y colores. El trabajo artístico en este respecto, tanto en los escenarios como en el vestuario y las caracterizaciones son fantásticos.
Gilliam crea un mundo propio (un sello distintivo en cada uno de sus trabajos, un sello personal que a algunos directores les lleva toda una vida conseguir) que sin lugar a dudas será disfrutado por algunos, entre los que me cuento, pero que sin embargo no llegará a todo espectador de la misma manera. Definitivamente esta no es una película para todos los gustos, pero que llama a dejar de lado las tradicionales formas de ver cine para sumergirse en un universo donde todo es medido con otros conceptos y a algunos les costará comprender y más aún, dejarse llevar por este universo. Pero, aún cuando se disfrute de este cine plagado y exagerado, es posible ver algunas fallas en términos de coherencia que podrían dejar al espectador aún más sorprendido al terminar la cinta. Al momento de sorprender, Gilliam lo consigue siempre, al momento de emocionar es donde podría hacércele alguna crítica. Sin embargo, en Parnassus los actores logran realizar lo que el guión no pudo y el carisma de todos ellos es lo que suple aquella falencia de su director.
Heath Ledger (El Caballero de la Noche, El Secreto de la Montaña) realiza un trabajo concreto y bien armado, su desgarbado pero atractivo personaje, un “loco lindo” por así describirlo, consigue atraer las miradas y levanta incluso las escenas que carecen de un sentido lógico dentro de la trama, incluso se sabe que la mitad de los diálogos fueron fruto de la improvisación de Ledger. Las inflexiones de la voz, la manera en que puede conquistar al público eran signos de una carrera más que prometedora y de una calidad artística que demuestran y reafirman la decisión de la Academia de darle su Óscar póstumo. Otra importante celebridad que se lleva aplausos es Christopher Plummer (12 Monos, Syriana) como el Doctor Parnassus.
Hablando de las actuaciones del tremendo triunvirato que reemplazó a Heath en las escenas detrás del espejo, debo decir que se muestran todas muy bien realizadas, sin embargo, destaca la interpretación de Johnny Depp, simplemente mágico y su parecido físico con Heath Ledger (que hasta verlos haciendo el mismo personaje no había sido notado tan profundamente) se hace bastante evidente, además no es muy alejado de la realidad que Depp podría haber sido una especie de mentor para Ledger, tienen un parecido también al momento de actuar, de los gestos e inflexiones, por tanto es el cambio que menos “traumático” se siente y se entiende por qué Gilliam decidió que fuera el primero de ellos, ayudando a los otros dos. Destaco también el trabajo de edición que se realizó para hacer encajar esta historia y los cambios de personajes, que además le dieron al argumento nuevos bríos y matices para el análisis, ya que cada uno de ellos representa una parte del personaje y una mutación además.
Más allá del colorido y el mundo imaginario de Terry Gilliam, existe una gran fábula y una historia de seducción entre el bien y el mal que se desarrolla por derroteros inexplorados, pero fascinantes. Sueños y realidades, combinadas de manera extraordinaria en un mundo lleno de elecciones y decisiones, correctas y equivocadas que destinan la vida de los personajes y nos envuelven en un viaje hacia una nueva forma de hacer cine, casi un género. A fin de cuentas, ¿qué es la vida sino un viaje entre sueño y realidad? Pero más que un viaje, es una batalla sin cuartel, llena de opciones y decisiones durante el camino.
Una cinta extraordinaria, alucinante, fantástica, que a pesar de algunos errores cuenta con un elenco de lujo que hará el deleite de los que aman el cine de fantasía pura y se interesan por ver algo nuevo en un mundo de remakes y reboots.
Muy interesante.
Erika Moreno