SINOPSIS: El Príncipe Alberto tiene un notorio defecto del habla y aún cuando ha sido el secreto mejor guardado de la realeza cuando Alberto se acerque cada vez más al trono, deberá aceptar el tratamiento poco ortodoxo de un médico de poca monta para solucionar su problema.

RESEÑA: Debo aclarar que habiendo visto ya casi la totalidad de las cintas nominadas a los Óscares, el Discurso del Rey se ha transformado en mi favorita para llevarse la estatuilla como Mejor Película (afrontando cara a cara el hecho lamentable que Inception no ganará). Lo interesante de esta cinta, más allá de sus impecables actuaciones que analizaremos más adelante, yace en un guión bien construido. Algunos podrán pensar que es un película donde solo hay diálogos y a ellos les digo que tienen toda la razón, lo interesante del asunto es que se disfruta, entretiene y atrapa en todo. Tom Hooper (director de varias películas para televisión), su director, mezcla distintos géneros de manera perfecta, lo cual le da al filme un ritmo que no aburre. El drama, la comedia y el género histórico se entremezclan para dar vida a una historia fundamentalmente humana, de grandes personajes enfrentando desafíos simples pero profundos lo que origina una identificación potente del respetable con los miembros de la realeza más allá de lo que cualquier otra película ha logrado. Y es esta mezcla la que da como resultado una cinta con ingredientes de superproducción con aderezos de cine de autor, junto a una ambientación impecable y elegante. Con tacto y buen gusto Hooper toca temas de alto calibre social, pero que reflejados en la amistad de dos personas opuestas completamente tanto en el aspecto social como en la forma de vida, se convierten en una pequeña oda a la igualdad.

Sin embargo, el pilar fundamental de la historia recae sin miramientos sobre el excelente desempeño de todos y cada uno de los actores que forman el cast. Sobretodo Colin Firth (La Legión, Bridget Jones), en su papel como el Príncipe Alberto con el defecto del habla que lo convierte en tartamudo, un horrible defecto para un futuro rey que deberá asumir el trono en tiempos del caos de la Segunda Guerra Mundial, frente a un carismático Hitler que usa su don del habla para mover masas. Una interpretación estupenda, construida no solo emocionalmente sino que físicamente con gestos y muecas propios de tartamudos cuidando con pulcritud que no se vuelva una burla y que sea hecho con el máximo respecto. Esta actuación le ha valido varios premios y que lo encumbra como un serio candidato para ganar el Óscar, definitivamente merecido. También Geoffrey Rush (Piratas del Caribe, Elizabeth) construye un personaje increíble, de primer nivel como siempre ha sido Rush, un actor con clase y capaz de realizar cualquier tipo de caracterización, exhala libertad e inteligencia, esa inteligencia adquirida con la experiencia, y aún cuando tiene a su lado un serio competidor por el Óscar a Mejor Actor de Reparto como es Christian Bale con El Vencedor que reseñé en entradas anteriores, debo decir que Rush ilumina al igual que Colin Firth con su excelente actuación.

Helena Boham Carter (Alicia en el País de las Maravillas, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte) por su lado, nos entrega un visión muy interesante de la futura Reina Madre, su personaje aunque actuando bajo la sombra de Firth y Rush se destaca por su soltura, su candidez y su fortaleza como pilar fundamental en la vida del futuro rey Jorge. No sé qué posibilidades reales tenga Carter de ganar la estatuilla, sea como fuere, su presencia es muy importante y su personaje central para el éxito de la historia.

Emoción, historia, drama, comedia y excelentes actuaciones son el resumen de los ingredientes que componen El Discurso del Rey, una cinta que cautiva no solo a la crítica sino que tiene una fuerte conexión con el público, una historia humana enmarcada en la grandeza de la realeza británica, pero que nos convierte a todos en personas más allá de cargos o dineros. Una historia de amistad más allá de las limitaciones tanto físicas como sociales, un discurso sobrio y constructivo por la amistad. Pero como siempre ustedes tienen la última palabra.

Excelente

Erika Moreno

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