SINOPSIS: El ser humano y su maquinaria militar ha llegado al planeta Pandora para extraer un codiciado mineral sin medir la destrucción que están causando, sin embargo, la población indígena del planeta, los Na’vi, hará lo que sea por preservar su cultura en peligro.

CRITICA: Las espectativas rayaban lo inimaginable después de una espera de casi cartorce años en la que el director James Cameron (Terminator, Titanic) llevaba gestando esta historia, esperando a que la tecnología pudiera alcanzar su sueño. Ahora ya está aquí la cinta que revolucionará el mundo del cine y que nos ha llevado un paso más allá en la emergente industria del cine digital en tres dimensiones.
Pero después de toda la espera, de todos los comentarios y de todas las espectativas generadas ¿James Cameron le cumple al público? La respuesta es sí, en absoluto.
Cameron logra hacernos «traspasar» casi literalmente la pantalla para sumergirnos en su mágico mundo que funde realidad con ficción sin que ni el ojo más crítico deje de maravillarse, un cortejo salvaje y a veces abrumador con el espectador que quedará sin lugar a dudas con las boca abierta. Lejos quedó la oscuridad presentadas en Terminator o Aliens (la primera una favorita personal), esta vez Cameron preparó un paraiso colorido y brillante donde profundidad de campo, colores, texturas, detalles hacen real un mundo inventado pero que no parece como tal, que funde muchas veces ficción y realidad delante de nuestros ojos. Definitivamente esta ciavatar_poster2nta marcará un antes y un después en lo estrictamente visual y la revolución de Cameron, un creador por excelencia, tocará las fibras más profundas del cine, sobretodo del cine de ciencia ficción.
La creación digital aquí ha alcanzado su máxima expresión, tanto en los paisajes como en la performance de los actores digitales que son capaces de «interactuar de igual a igual» con los seres no digitales. Apartados ya de las frías expresiones mostradas en películas como Beowulf (gran logro tecnológico en su momento y que abrió el campo para lo que vemos hoy), la experiencia de los extraños humanoides creados por Cameron nos invita a disfrutar del esplendor del actor «debajo» del maquillaje digital, de todas sus expresiones, de todos sus movimientos.
No obstante lo dicho, ¿logró traspasar lo revolucionario de su visión al terreno puramente argumental? Sí, pero con  dificultades. La historia y la premisa son sencillas. La batalla entre lo autóctono y el avance de la tecnología y por ende del poder destructor por sobre el resto, es una historia conocida, tratada y architratadas en la historia de nuestro amado séptimo arte y obviamente en nuestra historia como humanidad. A pesar de esto, Avatar es una historia bien armada y ágil que logra conmover a ratos (más que nada en sus pasajes más épicos) que se torna predecible que es talvez lo que más le restó puntos a mi experiencia personal en la sala de cine, ya que la vivencia 3D no logró opacar estas falencias del guión. Soy de las que se emocionó con Titanic la primera vez que la vi sin saber nada de ella y con cero espectativa, con la cabeza fría y con varios años más de cine uno se da cuenta que Cameron ha tenido altos y bajos al momento de querer emocionar. La pequeña escena de amor entre Sarah Connor y Kyle Reese en Terminator aún me saca lágrimas, sin embargo la pequeña historia de amor que vemos en Avatar no logró emocionarme, no logré conectar.

Avatar_Michelle_RodriguezNo obstante aquello, sigo siendo una fanática de los personajes femeninos creados por Cameron, creo que nos ha brindado una serie de personajes fememinos fuertes en cada una de sus películas, íconos del cine de ciencia ficción que es un mundo donde ha sido difícil posicionar el rol de la mujer dentro de las historias. Cuando las mujeres no son más que acompañantes de un héroe épico, Cameron nos regala a Sarah Connor, Ellen Ripley incluso a Helen Tusker (nunca terminaré de agradecerle estos personajes). En Avatar tenemos a una impecable Zoe Saldana (Star Trek, Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra) y su Neytiri, una guerrera N’avi que destella verdadero carácter, una fuerza y energía apabullantes. Además cabe destacar la participación de Michelle Rodríguez (Lost, Rápido y Furioso) en el rol de la piloto Trudy Chacón, fuerte y aguerrida, sin miedo a seguir sus propias reglas y sus sentimientos, un personaje que me gustaría haber visto más en pantalla. Sin olvidar la participación de la siempre maravillosa Sigourney Weaver (Alien, La Aldea).
Sam Worthington (Terminator Salvation) como el ex marine liciado Jack Sully se muestra correcto y encantador tanto en su papel «humano» como en los momentos que lleva puesto su avatar.

El problema principal respecto de los personajes no recaen directamente sobre los actores, sino más bien en que son estereotipos demasiado polarizados, un poco caricaturezcos a ratos, demasiado simples también. El personaje de Stephen Lang (Tombstone, El Fugitivo) como el inescrupuloso militar es una muestra de ello. Este personaje lo hemos visto cientos de veces en cientos de películas y más allá de varias frases para el bronce, el aporte es pequeño en este respecto.

Respecto a la banda sonora compuesta por James Horner (Titanic, Una Mente Brillante) pareciera haberle faltado el componente épico, algo más potente que acompañara a las imágenes. Gran parte del éxito de Titanic se debió a la increible y característica banda sonora compuesta por el mismísimo Horner, en Avatar, sin embargo, faltó este factor tan importante que talvez habrían realzado más el carácter de la historia.

Personalmente veo Avatar como una fábula, un cuento, una experiencia visual que te sorprende, que se agradece, que revoluciona en todos los sentidos técnicos, pero que mantiene mis preferencias respecto a la mejor película del año, en mi humilde opinión Sector 09, sin tanta parafernalia y con un guión mucho más potente, sigue con el cetro.

Buena y recomendable la experiencia en 3D.

Erika Moreno