SINOPSIS: Extraños sucesos ocurren en casa de una adolescente tras la llegada de nuevos y misteriosos vecinos, cuando un pequeño hace amistad con su hermano menor oscuros secretos llevarán a su familia a momentos de gran desesperación contra un enemigo invisible e invencible.

RESEÑA: Una vez más con la dirección de Henry Joost y Ariel Schulman la cuarta parte de la saga de Actividad Paranormal (una saga que sabemos continuará el próximo año con un nuevo filme centrado más en el mundo latino) sigue con la fórmula que la ha hecho tan famosa y que bebe directamente de clásicos como El Proyecto de la Bruja de Blair; el de la cámara en mano a la que ya nos tiene acostumbrados, sin embargo, esta vez la cinta aprovecha los nuevos avances de la tecnología (la cinta está ambientada en Octubre de 2011) para seguir manteniéndonos al tanto de lo que pasa con los extraños sucesos que comenzaron en 2006 y de que podamos participar en los ojos de sus protagonistas en esta historia. Cámaras web, smartphones y hasta los sensores de la kinect son un medio válido para contar este relato de sucesos paranormales, dándole una nueva frescura y nuevos recursos.

Los problemas de Actividad Paranormal 4 yacen específicamente en aquello que la hizo exitosa y parte del inconciente colectivo: su fórmula archiconocida que nos hace vislumbrar tempranamente el desenlace y que además no logra renovarse a pesar de los esfuerzos de sus realizadores, dejando en evidencia que lo que impresionaba en la primera entrega hoy podría llegar a tornarse monótono y predecible.

Esto no quiere decir en ningún caso que esta sea una mala película, hay una buena dirección, sustentado sobretodo en la química de sus actores y para aquellos que han disfrutado de sus predecesoras definitivamente deben darse el tiempo de verla, sin embargo, es difícil abstraerse de la sensación de que no hay “nada nuevo bajo el sol”.

También es imposible dejar de pensar que hay una falta de alma en varias de las situaciones, lo que le resta credibilidad a una cinta que debemos sentir como real, que a falta de efectos especiales y una edición «más cinematográfica», carente de elementos de apoyo como una banda sonora, su éxito (o su fracaso) yace en que el espectador crea (o no) que lo que está viendo es real o podría llegar a serlo. La identificación lo es todo en este género nuevo (o no tan nuevo) y en este caso no se logra completamente, en mi humilde opinión.

Por tanto, esta se convierte en una pieza correctamente armada pero sin el espíritu que, al menos su primera entrega, logró tener. Aunque no me es ilógico pensar en que se quiera “estirar el chicle” como se dice en buen chileno, ya que la fórmula ha dejado caudalosos dividendos, más abultados aún sabiendo que la producción solo requirió de un presupuesto moderado.

Pero como siempre, mis estimados freaks, son ustedes quienes tienen la última palabra.

Interesante
Rating: ★★★★☆☆☆

Erika Moreno