SINOPSIS: El famoso héroe enmascarado vuelve a cabalgar las praderas del Viejo Oeste. Un nativo americano y guerrero espiritual (Johnny Depp) narra las aventuras, nunca antes contadas, que transformaron a John Reid (Armie Hammer), un hombre de ley, en toda una leyenda de la justicia. Un épico viaje con sorpresas e ironías junto a dos inverosímiles héroes que aprenden a trabajar juntos y a luchar contra la codicia y la corrupción de un país en formación.

afiche_llaneroRESEÑA: Llega la nueva cinta de la dupla Verbinsky – Depp: El Llanero Solitario, la nueva apuesta que nos lleva por las aventuras y desventuras del Ranger de las Llanuras nacido en los programas radiales estadounidenses del principios del siglo pasado y luego llevado a la televisión en los años 40 y 50.

Cuando estamos ante el despliegue visual que reúne al director Gore Verbinsky (Piratas del Caribe, Rango) con el productor Jerry Bruckheimer (La Roca, Pearl Harbor) uno sabe que, al menos en lo visual, no nos sentiremos decepcionados, si a esa mezcla agregamos al multifacético Johnny Depp, sin dudas saldremos del cine con algo que hablar, esta nueva apuesta no es la excepción, tal vez en esta ocasión el trabajo no sea lo prolijo o llamativo que esperamos, pero no se puede negar que El Llanero Solitario es una cinta muy entretenida, bien actuada y técnicamente impecable, que, sin embargo, ha caído en un guión pretencioso que la hace un poco confusa.

Siempre he dicho que uno de los grandes éxitos de una cinta es saber lo que quiere entregar y cómo lo quiere entregar, sin intentar convertirse en algo más de lo que realmente es. Me da la impresión que en esta cinta se quiso «pulir» un poco el guión, dándole algunas complejidades que solo confunden y alargan una trama que de por si era dinamita. Los 149 minutos del metraje se hacen largos y hay un par de escenas que podrían haber sido claramente editadas. El Llanero Solitario se queda a mitad de camino entre la diversión y un guión profundo. Se agradecen los destellos que nos muestran la crueldad de la conquista del territorio indio, esa mezcla valiente entre crítica social y western comiquero, un homenaje sincero a las cintas western de mediados de los setenta, pero al mirar la película con el prisma más crítico, al espectador se le hace un tanto complejo encontrar el verdadero tono, entender la verdadera pretensión de los realizadores, a pesar de las dos horas y medias que tenemos es como si nos quedáramos cortos de tiempo para el desarrollo de un tema complejo como este y nos encontramos con el problema que en este tipo de película no hay tiempo para estas explicaciones y no hay tiempo para el desarrollo de algunos de los personajes que sin dudas requerían una mayor atención. Es como si al querer recorrer varios caminos quedaron a mitad de camino con todos ellos. Como en la mayoría de las cosas de la vida, menos es más. Es el síndrome de lo que sucedió en Piratas del Caribe 3 donde la trama se complicó de tal forma que ninguna escena de acción por espectacular que fuera podía llenar un vacío en un guión que se veía pretencioso e incompleto.

A pesar de esto, El Llanero Solitario tiene destellos de la genialidad visual y actoral que buscamos, sobretodo en sus últimos 40 minutos, el ritmo vertiginoso te mantiene pegado al asiento. Respecto al desempeño del elenco tenemos a un Johnny Depp (El Joven Manos de Tijera, Los Piratas del Caribe) ensalsado por un guión hecho para él, donde cada escena, cada toma está creado para darle protagonismo. A pesar de la buena actuación a la que Depp nos tiene acostumbrados, se siente como que no pudo despegarse de su Jack Sparrow. Por su parte Armie Hammer (La Red Social. J. Edgar) impresiona con su buena actuación y un sólido personaje que, sin embargo, no se le prestó el protagonismo merecido para una cinta que se trataba de su personaje y cuyo nombre es el título de la película. Hammer y su Llanero Solitario merecían más pantalla definitivamente.

Con todo lo ya comentado, no se puede negar que esta es una cinta muy entretenida, de una excelente factura, prolija en la mayoría de sus momentos, y con un ritmo no opacado por su excesivo tiempo en pantalla, pero hay un factor de arrogancia que sí opaca a su protagonista, en este caso a Toro, al guión y a una factura que intenta crear más de lo que ya hemos visto con un presupuesto exorbitante, carente de magia y un ritmo uniforme.

Pero como siempre, son ustedes, mis estimados freaks, los que tienen la última palabra.

Entretenida

Erika Moreno I.