SINOPSIS: Un oscuro secreto guardado desde la época de la Guerra Fría y de la llegada del hombre a la Luna desatará en nuestro planeta la última y más brutal batalla entre Autobots y Decépticons que amenazará con destruirnos a nostros con ellos.

RESEÑA: Es difícil para mí escribir esta crítica, debo decirlo, porque en realidad aún en mi corazón un cariño especial por estos robots alienígenas desde que vi el 2007 la primera parte de la saga, pero debo ser fiel a mis principios y poner en palabras aquello que mi humilde cabecita cinéfila pensaba sentada en el cine viendo por primera vez en tecnología 3D a Óptimus Prime y sus amigos.

Lo primero que puedo decir de Transformers: El Lado Oscuro de la Luna es: buen título. Lo malo es que nadie ha reparado en que da absolutamente lo mismo dentro de la trama o del desarrollo del argumento. Pudo ser El Polo o el Desierto, Marte o debajo del mar, daba absolutamente lo mismo, son tan solo efímeros escenarios que tienen relevancia cero dentro del contexto general.

Ya se ha hablado (y yo también lo he hecho) muchísimo de la saga de robots espaciales de Michael Bay, mucho se halagó la primera parte, mucho se criticó la segunda parte que carecía de la magia de la primera entrega, que le sobraban personajes sin sentido y que las escenas de acción no eran más que un pretexto para vender juguetes y que poco o nada tenían que entregar. El mismísimo Bay justificó lo pobre del guión de Revenge of the Fallen con la huelga de escritores de Hollywood. Historia conocida.

Debo contarles, que nunca vi Transformers cuando era pequeña así que mi primer encuentro con la pandilla liderada por Óptimus Prime fue precisamente con la película de Michael Bay. Y me gustó, me gustó mucho, incluso me emocionó, a pesar de pequeños detalles en la trama y en la forma de presentar al género femenino, de algunos personajes de mal gusto y diálogos de poco peso; me gustó y desde que salí del cine aquella noche rogué a los dioses que no se hicieran más películas. Pero los dioses no me escucharon y pronto se anunció la segunda parte. Temí por la saga, temí por lo realizado en la 1. Y todos mis miedos más profundos se hicieron realidad con Transformers: Revenge of the Fallen.

Al saber de esta nueva entrega, mi corazón cinéfilo ya se había endurecido, nunca esperé demasiado y me daba por pagada con tener una cierta consistencia en los personajes humanos, más desarrollo con los personajes robots (ojo no más robots) y buenas escenas de acción ¿Cómo un cineasta podría llegar a fallar teniendo todo a su favor? ¿Cómo Bay podría volver a tropezar dos veces con la misma piedra? (una grandísima y conocida piedra) Después de todo, lo tiene todo para ganar: Robots espaciales con personalidades definidas, acción, efectos especiales de primer nivel, buena banda sonora y dinero para unir todas estas piezas. Lo tiene todo, y aún así falla. Y no me malentiendan, me encanta el cine palomitero, a lo mejor las horas que llevo acumuladas en mi cuerpo viendo cine me han curtido un poco, pero jamás le he exigido a las películas más de lo que pueden dar. Me gusta ir al cine y disfrutar con efectos especiales, explosiones y héroes y heroínas de acción. Me encanta, por tanto, Transformers es la franquicia hecha para encantar y convertirse en una superproducción vendedora compulsiva de tickets y en 3D! vaya cuánto soñé eso.

Pero la palabra que se me viene a la cabeza con este cierre de trilogía es simplemente: Decepción. Me da lástima que algo tan bien realizado en su primera entrega haya terminado de esta manera, con una historia calcada de sus anteriores películas, con escenas que no tienen mucho sentido y personajes que sobran y que podrían haberse suprimido habiendo acortado un poco las 2 horas 20 que dura la cinta y que sentí como 4.

La cinta comienza de manera impresionante, los 5 primeros minutos atrapan y auguran un peliculón basado en la carrera espacial de las dos grandes potencias de la guerra fría, pero luego cambiamos a lo mismo de siempre: primer plano del trasero de una mujer, Sam buscando trabajo, personajes desechables, por una hora completa nos olvidamos de los robots y nos concentramos en la vida de Sam y sus muchos y muy descartables amigos. Nos olvidamos que por alguna razón la película se llama el Lado Oscuro de la Luna y que además se llama TRANSFORMERS.Luego, cuando por fin vemos aparecer Autobots y Decépticons, aparecen los soldados estadounidenses, corriendo y haciéndose los héroes. Lo mismo de siempre ¿Y dónde quedó la ayuda prestada por los rusos a los Decépticons? ¿En que quedó el espionaje y secretos de la Guerra Fría que se vislumbró en la primera parte? Bay lo descarta para llevarnos una vez más a un escenario archiconocido: Una ciudad nortemericana raramente desierta donde varios robots pelean y destruyen edificios. No quiero decir mucho más porque no es mi intención arruinar la experiencia en el cine de cada uno. Pero la inconsistencia de los personajes, la incoherencia de algunas partes de la historia, los sesenta minutos que tarda Bay en armar una historia que necesiataba cinco minutos en armarse, y el esfuerzo nulo que ha puesto Bay en corregir los pasados errores hacen que no pueda cerrar mis labios (o parar de digitar en este caso)

El reemplazo de Megan Fox, la británica modelo de lencería Rosie Huntington-Whiteley que lo hace tan mal como su predecesora (aunque menos mal de lo que esperaba), se contenta con ser la mujer objeto de siempre, sin mayores cambios a excepción de su rubio cabello contrastando con la negra melena de la Fox a quien Bay le dedica duras palabras (bueno al menos a su personaje) en los diálogos. Shia LaBeouf (Paranoia, Wall Street 2) vuelve en su personaje del looser adorable de Sam Witwicky con más gritos y un poco más de contenido actoral. También vemos a renombrados como John Malkovich (Quémese Después de Leerese), Patrick Dempsey (Encantada, Grey’s Anatomy) y Frances McDormand (Fargo, Casi Famosos) y el pequeño e innecesario cameo de Ken Jeong (Qué Paso Ayer. El Guardián del Zoológico) haciendo papeles que bien llenaron sus cuentas bancarias pero que no significan nada a su carrera (no todo debe ser arte en la vida no?) y los de siempre John Turturro que vuelve como el ahora ex agente Simmons (Locos de Ira, Zohan), Tyrese Gibson como el sargento Epps y Josh Duhamel como Lennox. Nada nuevo.

Transformers 3 cumple con ser mejor que su antecesora pero nada más, cerrando una trilogía rodeada por las dudas y las críticas con las que por primera vez estoy muy de acuerdo.

Con lo justo
Rating: ★★★★½☆☆

Erika Moreno