SINOPSIS: Un misterioso joven (Michael Jackson) y algunos amigos descubren una red de tráfico de drogas liderada por un desquiciado pero organizado criminal (Joe Pesci) quien se propondrá asesinarlos para mantener su secreto a salvo, usando toda su tecnología, sin embargo, un secreto hace a su perseguido mucho más poderoso de lo que imagina.
RESEÑA: Moonwalker tal como lo anunciaran en su campaña promocional antes de su estreno en 1988, es una película como no hay otra, y este particular slogan en muchos sentidos llevaba razón sin embargo siendo objetivos tiene tanto de interesante como de desechable.
La cinta, que no llega a definirse nunca como un musical o como una película de ciencia ficción, se sostiene sobre un Michael Jackson (Capitán EO, Ghost) en su mejor momento y sobre un soundtrack que hace gala de sus mejores canciones y de sus grandes éxitos, además de efectos especiales de última tecnología para su época de lanzamiento.
El caótico pero espectacular viaje estuvo dirigido por Jerry Kramer, productor y director de video clips que también dirigió varios Making Of de otros videos de Jackson, y se nota, la cinta en muchas partes se convierte en un gran video clip y nada más, para luego volver a lo que parecía pretender ser: una historia.
Sin embargo, y a pesar de sus múltiples errores, Moonwalker logra transmitir magia y logra cautivar las miradas de los espectadores, tanto es así que esta cinta se ha vuelto con los años “parte de uno de los largometrajes de culto de nuestra era” como lo define Wikipedia
En toda la primera parte se hace una revisión de todos los grandes éxitos de Michael hasta ese momento, repasando momentos de su niñez, junto a sus hermanos en los Jackson Five y luego en su carrera en solitario con Off the Wall, Thriller y su hasta entonces más reciente trabajo: Bad.
Luego la cinta toma otra connotación y hace un giro de 180 grados para presentar un amago de película con una pequeña historia que se vuelve sólo una excusa para ver en todo su esplendor al Rey del Pop. Aquí nos encontramos con las actuaciones del ganador al Óscar Joe Pesci (Buenos Muchachos, Arma Mortal) quien hace una hilarante y despiadada performance en el papel del antagonista. Su actuación, aunque sobrecargada, logra captar el tono un tanto irónico y atemporal de la cinta.
Respecto a la actuación de Michael Jackson se puede decir que se nota su carácter perfeccionista al momento de emprender algún tipo de desafío y puso su despampanante presencia en pantalla para lograr salir airoso de él.
El score compuesto por Bruce Broughton (Silverado, Bambi II), cuya carrera como compositor para cine y televisión es tan larga como fructífera, crea una partitura suave con atisbos de sones épicos que acompañan las imagenes y le dan a la cinta un tono mucho más cercano al Séptimo Arte, alejándola un poco del mero video clip.
En resumen, una cinta tan extravagante e infantil como interesante que ahora, con el sensible fallecimiento de su protagonista, se convierte en una pieza clave en la carrera de Michael Jackson y un imperdible para los que lo apreciamos y admiramos.
Interesante.