SINOPSIS: Un puñado de mercenarios llamados los Indestructibles debe viajar a una isla perdida en alguna parte de Latinoamérica para destruir a su gobierno, sin saber que se involucran en una conspiración mayor de la que creen.
CRÍTICA: Empezando por lo más básico, esta, la nueva cinta protagonizada y dirigida por Silvester Stallone (Rambo, Rocky), es una película orientada al público masculino y aunque una servidora la disfrutó plenamente, creo que hay un sector de la población femenina no se sentirá atraída ni identificada con ninguna de las «chorezas» que trae emparejada una historia armada con los viejos estandartes del cine de acción ochentero y una tonelada de balas y explosivos de todos los rangos posibles y existentes tanto en la realidad como en la imaginación del buen «cineasta». Y es que para verla una mujer deberá hacer un lado cualquier tipo de prejucio que tenga respecto al tratamiento que se hace de los personaje de nuestro sexo y los kilos y kilos de testosterona que expele cada uno de los personajes, cada una de las frases y cada una de las situaciones acaecidas en la pantalla que para algunas pueden sonar repetidos y manoseados. Si una mujer puede obviar esto, Los Indestructibles se convierte en una cinta disfrutable, entretenida, que recuerda a los héroes de acción de la infancia y que se basa en una trama armada con pedazos de todas las tramas ochenteras que alguna vez protagonizaron sus actores, algo así como un «Frankenstein cinematográfico».
Pero la oportunidad de ver a todos estos miembros de la vieja escuela juntos en una misma escena paga cualquier falencia, y de que las hay, las hay y muchas, sin embargo, ver a Silvester Stallone junto a Jet Li (Arma Mortal 4, Héroe), un inspirado Dolph Lundgren (Rocky 4, Master of the Universe), Mickey Rourke (Sin City, El Luchador, Iron Man 2), Jason Statham (El Transportador, Celular), Bruce Willis (Sexto Sentido, Duro de Matar) y Arnold Schwarzenegger (Terminator, Depredador) entre otros, se presenta talvez una sola vez en la vida y vale la pena ser parte de esto.
Que el resultado pudo ser mejor, es verdad, el guión le da a cada personaje algunos momentos de lucimiento que a todas luces no es suficiente para el desarrollo de ninguno de ellos, ni tampoco para ninguna de las subtramas, ni siquiera de la trama principal, que más allá del espectáculo pirotécnico inimaginablemente gigantezco que nos presenta, se ve predecible y a veces deslucida (aunque me pareció bastante interesante el monólogo de Rourke).
Pero vamos, estamos ante una película a la cual pedirle más sería una locura, este es nada más que un sencillo homenaje a ese cine que nos hizo disfrutar con balaceras, patadas, explosiones y persecuciones en automóvil, personajes rudos e imposibles de matar, héroes o mercenarios construidos bajo la premisa imposible del «ejército de un solo hombre», que nos hizo pasar momentos de gran adrenalina y tardes de diversión muchas veces sin sentido, pero clásico y querido después de todo. Analizar este trabajo más allá de estos términos sería tratarlo como lo que no es.
Una cinta entretenida, ágil, simple y predecible hasta decir basta, cuyo mayor pilar es su elenco de grandes estrellas más un festival de explosiones y sangre que harán las delicias de aquellos que se dejen llevar y maravillar por ello y dejen de lado los prejuicios técnicos. Y sí, pudo ser un clásico con un mejor manejo sobretodo de las subtramas y de los momentos clímax de cada una de sus estrellas y personajes secundarios que aparecen y desaparecen sin dejar mucho en su camino, además de un mejor desarrollo de un guión cuyos diálogos se limitan a una reconstrucción de aquello que vimos y oímos en otras películas del género, sin embargo, la espera que había hecho crecer las espectativas hasta las nubes no es una completa pérdida de tiempo.
¿Tiene cabida en el cine actual un ejército de mercenarios indestructibles que quieren salvar el mundo cuando vemos las situaciones que están sucediendo en nuestro acontecer nacional y mundial, en un mundo de informaciones instantáneas? Talvez el mundo ya no quiere a estos dinosaurios con sus metralletas y autosuficiencia como lo hacía dos décadas atrás, sin embargo, por ahora tenemos la oportunidad de dejarnos llevar y maravillar por última vez creyendo que el mundo puede ser cambiado por un hombre con su pistola con balas eternas.
Interesante.
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