Año: 2008
País: España, Francia
Reparto: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Burn Gorman, Anna Massey, Jim Carter
Director: Álex de la Iglesia
Escritor: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarria basado en la novela de Guillermo Martínez
Música: Roque Baños
Género: Drama, suspenso
SINOPSIS: Un estudiante extranjero en Oxford se ve envuelto en un intrigante juego de pistas para llegar a un asesino, con la guía de un sabio profesor a quien admira con toda su alma y su aguda inteligencia deberá llegar a la solución del complicado laberinto y evitar que se sigan cometiendo crímenes.
CRITICA: El director español Alex de la Iglesia (El Día de la Bestia, La Comunidad) nos trae este thriller basado en la novela del escritor argentino Guillermo Martínez “Crímenes Imperceptibles”. De la Iglesia quien no sólo dirige sino que es uno de los guionistas nos presenta una cinta de lento desarrollo pero que es un deleite para aquellos que disfrutan de las actuaciones profundas y una proposición directa al espectador para caer en un juego de intrigas y misterios muy entretenidos.
La presentación que se hace de los personajes es magnífica, engancha de inmediato, aún cuando en la medida que el metraje avanza se va perdiendo un poco el camino, el resultado es bastante atrapante y la trama se muestra profunda e inteligente.
La cinta recae directamente en los hombros de los dos actores principales que se desenvuelven de manera cómoda en sus respectivos papeles. Elijah Wood (El Señor de los Anillos, Sin City), en una actuación más que convincente, se adueña del personaje y transmite la incertidumbre y la ambigüedad necesaria para el devenir de la historia. Pero quien deslumbra, como de costumbre, es John Hurt (Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, V for Vendetta), una performance impecable, no se podría espera menos de un actor de tomo y lomo como lo es sin lugar a dudas. Sus largos monólogos no cansan jamás al espectador, llena la pantalla con su presencia que se agradece. La elección de ambos para la interpretación de los personajes parece muy acertada ya que forman una muy buena dupla en la pantalla, se entienden, se complementan.
La banda sonora compuesta por Roque Baños le da a las escenas gran intensidad. La música que pasa por momentos de gran apasionamiento y misterio, luego pasa por el sonido lacónico de una guitarra acústica le aporta a las imágenes una emotividad especial que pasa incluso por la “desarmonía”, por lo “ilógico”, de lo sutil a lo evidente en un juego apasionante de simbolismos que representan de manera perfecta lo que el director quiere proponernos.
Pero, sin dudas, lo más importante es el mensaje subyacente en la trama argumental ¿Es posible conocer la verdad? ¿Existe realmente una verdad absoluta?, pero más allá de eso yace en que una búsqueda tan descarnizada de una verdad puede llevarnos a perderlo todo… ¿Realmente queremos conocer la verdad?
Una cinta que para algunos pueda parecer un poco pesada, para quien quiera entrar en el juego se hará muy entretenida, aunque no es una obra maestra, realmente se agradece un cine más delicado, más experimental en lo que a juego de cámaras se refiere, con propuestas claras y que deje cuestionamientos en la mente de los espectadores, que en resumen haga pensar y reflexionar.
Recomendable.