Sinopsis: Habiendo cumplido su cometido en Cuba, el Che Guevara decide dejar la gloria para seguir peleando su batalla por la libertad en otros sitios de Latinoamérica. Bolivia es el lugar indicado para formar un guerrilla que removerá los cimientos del gobierno y del pueblo.
Reseña: Basada en los escritos del mismísimo Ernesto “Che” Guevara, la segunda parte de esta historia nos llega de la mano del director Steven Soderbergh (Traffic, Sexo Mentiras y Video) y un Benicio del Toro (Traffic, 21 Gramos) totalmente inspirado. Siguiendo la saga comenzada con Che: El Argentino, Soderbergh sigue apostando por un estilo muy cercano al documental: cámara en mano, con diálogos que destellan una realidad abrumadora y actuaciones aterrizadas.
No hay mucho de diferente en esta entrega, sin embargo, la cercanía que logra el ganador del Premio de la Academia Benicio del Toro, quien vuelve a ponerse las vestiduras del líder revolucionario, es mayor en esta parte de la historia que en su predecesora. Con todo en su contra, su personaje irradia heroismo, más allá de las tendencias políticas, el espectador logra captar, a través de su visionaria performance (sin ninguna ayuda visual ni musical), el alma del personaje. Este es el real acierto de esta cinta, la característica que la distingue de su predecesora: el alma de los personajes. Sin sacrificar su arriesgada propuesta visual, Soderbergh logra capturar la verdadera alma del personaje histórico, su intrínseco espíritu libertario y su valentía a toda prueba. La sobriedad y complejidad que mezcla Del Toro en la creación de su personaje destella genialidad y humanismo por montones. Del Toro no construye un héroe, construye un hombre real, lleno de matices e imperfecciones como cualquier otro, lo que le agrega verdad y admiración a la obra que realizó en vida, sin importar la creencia política de cada persona, es imposible negar que Che Guevara es un personaje, aunque controvertido, muy importante en la mitad del siglo XX.
Soderbergh entendió esto y sin dar juicio alguno sobre él, sabe sacar adelante una cinta cautivante y hasta entretenida, sin condenar ni justificar al motivo de su obra. Las conclusiones quedan en manos del espectador, le deja la resposabilidad de sacar sus propios pensamientos sobre el tema presentado, da para pensar.
Pero si algunos aspectos son mejores que Che: El Argentino, los problemas vistos en la primera parte vuelven a repetirse en esta segunda parte. La frialdad de las imágenes, en oposición al inspirado actor principal, el excesivo alejamiento del relato de su público se repiten en esta cinta. Soderberh se presenta un poco indiferente respecto de su propia historia y de sus personajes.
Por esto, hay que tener en claro que esta no es una cinta para todo espectador y no hay que imaginar que será una película épica con un personaje central como ícono del heroismo con un score potente con grandes coros; Che: Guerrilla es una película simple en muchos aspectos, pero a la vez compleja respecto a sus personajes, además puede resultar agotadora para algunos espectadores, por lo largo del metraje y además por el carácter de decepción que contagian sus personajes y su historia donde el fracaso se huele en cada rincón de la selva asfixiante que los cobija.
No obstante, sigue siendo una cinta atractiva en varios aspectos y que muestra a un Benicio del Toro absolutamente destellante.
Interesante
Erika Moreno
PD. Ojos con el cameo de Matt Damon y Lou Diamond Phillips (quien habla un perfecto español)
